El diálogo por la calidad de la educación

Con el auspicio de la Presidencia de la República, se inició este jueves el Diálogo por la Calidad de la Educación, iniciativa en la que convergen el gobierno y el sector privado, a través del Consejo Nacional de la Empresa Privada (CONEP).

La decisión es auspiciosa y cuenta con la participación de los organismos educativos oficiales, además de las universidades, en un interés común para cerrar la brecha entre la educación pública y la privada, que en la medida que van pasando los años se hacen cada día más profundas por la falta de supervisión, de recursos, de salarios adecuados y de búsqueda de recursos pedagógicos actualizados.

Lo que dijo el doctor Fernández el jueves, en el sentido de incluir el tema de la calidad de la educación en la agenda pública, compromete a toda la sociedad. Incluye al gobierno, a las escuelas y universidades privadas, a los grupos empresariales, a los medios de comunicación y en particular a las familias.

El país tiene que dar un salto en la calidad de su sistema educativo. La educación de calidad es costosa y se ha convertido en un elemento de sacrificio para la economía familiar. Se opta por educación pública o barata cuando el salario no da para más, o se opta por educación privada y de calidad, con varios grados de diferencia, succionando recursos a otras necesidades vitales, incluyendo la alimentación.

El CONEP presentó una propuesta que fue acogida por el presidente de la República, y que busca a largo plazo dar consistencia a los esfuerzos para mejorar la calidad de la educación. Eso pasa por un compromiso de más inversiones públicas, de mayor control del tiempo docente y de mejorar la calidad del personal que labora en los centros educativos públicos y privados.

Ese debe ser un propósito nacional al que todos los sectores deben sumarse, incluidos los partidos políticos de la oposición. Darle apoyo a esta iniciativa fortalece la imagen que proyectamos como nación y en particular le da fuerza moral a todos los que participan para sentirse parte de un proceso tan urgente y necesario en la República Dominicana.