No culpen a la prensa, apunten para otro lado

Parece que está de moda en el litoral oficialista culpar a los medios de comunicación y a los periodistas de los yerros que cometen los funcionarios públicos, y que han dado lugar a escándalos y denuncias relacionados con el delito de corrupción administrativa.

Si un servidor público, que se supone se debe a la ciudadanía, no actúa con la debida responsabilidad y pulcritud en la administración de los bienes del Estado puestos bajo su cuidado, lo más probable es que en cualquier momento se convierta en el centro de un escándalo.

Pero antes que buscar culpables en el medio de comunicación que publicó la información o en los periodistas que comentan sobre el hecho, el funcionario y sus compañeros de gabinete debían reflexionar sobre las razones que dieron origen al escándalo.

Viene al caso la vieja máxima del mundo periodístico: “No quieren que se vea lo que escribo, porque escribo lo que veo”.

Sólo hay que pensar en que de cientos de funcionarios que tiene el gobierno, sólo unos pocos han sido señalados como violadores de leyes y normas sobre el correcto manejo de la cosa pública, lo que demuestra que no es cierto que se trate de una campaña generalizada contra el Gobierno con propósitos políticos.

No olvidemos, incluso, que el propio presidente Leonel Fernández expresó en un acto público: “si todos los funcionarios fueran como (José Joaquín) Bidó Medina, estoy seguro de que en el Gobierno no habría corrupción”.

O sea, en el Gobierno se ha reconocido que existe la corrupción, lo que significa que los medios no mienten al tratar sobre el problema.

Lo que falta es una efectiva voluntad política para prevenir, detectar, combatir y castigar este delito.

Pero esa meta no se logrará buscando chivos expiatorios en la oposición política ni en los medios de comunicación. Apunten para otro lado.