El dinero fácil

El apresamiento de Sobeida Féliz Morel, y la identificación de Cristian Almonte Peguero, como dos de las personas vinculadas a una red de narcotraficantes que alimenta micro-carteles de la República Dominicana, es un éxito de la política antidrogas y en particular un buen inicio del nuevo presidente de la DNCD, general Rolando Rosado Mateo.

Esta pareja sería la propietaria de los 4.6 millones de dólares descubiertos en una yipeta y en un apartamento, junto a prendas, objetos de pesar drogas, relojes y armas de fuego de diversos calibres, además de identificaciones de los organismos antidrogas y del DNI.

La persecución del prófugo Cristian Almonte Peguero ha sido intensificada. Las autoridades han dicho que se trata de un hombre peligroso, que anda fuertemente armado. Debían emplear todos los métodos de investigación o disuasión posibles para evitar un enfrentamiento violento. El testimonio de ese hombre será muy importante. Por eso no debe morir, bajo ninguna circunstancia, si se toma en cuenta que es un eslabón importante en la cadena del negocio de las drogas.

La medida de coerción dictada contra Sobeida Félix Morel, de un año de prisión, debe procurar, con celo y sin privilegio, preservar la seguridad de esa señora, que alega gozar de bienestar y estabilidad económica por ser la compañera o esposa de un empresario, del que su abogado no se atreve aún a dar el nombre, y con quien habría procreado dos hijas.

El fiscal del Distrito Nacional, Alejandro Mosco Segarra, dijo que todas las personas vinculadas a la apresada y a su compinche prófugo serán investigadas, sin importar quienes sean. La ostentación, el afán de riqueza y la vanidad son elementos que se cruzan en historias como estas. No es otra cosa lo que puede decirse de un caso en el que se descubre que en la residencia de estas personas había por lo menos cinco vehículos de lujo, blindados.

Las autoridades deben profundizar, hasta donde sea posible, las investigaciones para dar con los demás responsables. Es sintomático que una red de micro tráfico maneje tanto dinero en efectivo, como se ha descubierto y tenga tantos instrumentos sofisticados, hasta de escuchas telefónicas, sin dejar de lado los carnets de la propia Dirección Nacional de Control de Drogas.

Un caso que merece ser destapado en todas sus aristas, pues los testimonios que circulan señalan a los implicados como personas que recorrían la ciudad, las tiendas de lujo, comprando y consumiendo como si el dinero les sobrara. Que se actúe de ese modo con el dinero no es un delito, pero ofrece señales sobre la posible procedencia fácil y dudosa del mismo.