Eso fue lo que una joven estadounidense
pidió al servicio de emergencia 911, cuando se dio cuenta de que un
hombre estaba por entrar en su casa de la ciudad de Blanchard, Oklahoma.
El hecho ocurrió en la noche de año nuevo, pero los medios locales se hicieron eco recién hoy. El portal de noticias ABC, aseguró que Sarah McKinley, una joven madre de 18 años, llamó al 911 para saber si podía disparar a un presunto ladrón que estaba a punto de entrar en su casa.
Finalmente, la joven mató de un disparo a Justin Shane Martin
(24), quien irrumpió en la vivienda con un cuchillo de 30 centímetros
en la mano. Mientras apuntaba a la puerta, la mujer habló con la
operadora y le susurró: “Tengo dos armas, ¿puedo matarlo si cruza la
puerta?”.
“Debe hacer todo lo posible para protegerse.
No puedo decirle que puede hacerlo, pero tiene que hacer lo que haga
falta para proteger a su bebé”, le contestaron desde el servicio de
emergencia.
A la joven se le había muerto el marido en
la noche de Navidad, una semana antes, y vivía sola con su bebé. Fue en
el funeral de su pareja que Martin se le acercó a saludarla asegurando
que era un vecino, pero Sarah no le permitió entrar en su casa ya que
notó actitudes sospechosas.
El 31 a la noche el joven
volvió a la vivienda, pero esta vez armado, cuando comenzó a forzar la
puerta para entrar en la casa la joven se percató. Fue allí que decidió tomar el arma y llamar al 911, al verse en peligro.
La
policía de la ciudad estableció que la madre había actuado en defensa
propia y la justicia ya anunció que no investigará a la mujer. “La
revisión del caso no indica que se haya violado la ley de ninguna
manera”, explicó la oficina del fiscal a la prensa local.
(Fuente: agencias) / ELCLARIN
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