
Según las cifras oficiales, en Miyagi hubo 6.097
muertos, en Iwate 3.092 y en Fukushima 904, mientras los desaparecidos
se cuentan por varios miles en esas tres provincias, las más devastadas
por el seísmo y posterior tsunami.
Además, continúa abierta la crisis en la central
nuclear de Fukushima, donde se ha evacuado un radio de 20 kilómetros en
torno a la planta a causa de las emisiones de radiactividad.
Trabajadores de la empresa TEPCO, operaria de la
central, bomberos y militares trabajan día y noche para tratar de
controlar la temperatura de los seis reactores nucleares, seriamente
dañados por el terremoto.