La Cumbre Internacional de Santo Domingo por Haití, celebrada el miércoles en Punta Cana, fue un éxito a juzgar por el volumen de ayuda prometida para la reconstrucción del vecino país devastado por el terremoto del 12 de enero, que ronda los 11 mil millones de dólares.
El cónclave se puede anotar como un éxito para la República Dominicana y para su gobierno, liderado por el presidente Leonel Fernández Reyna, aunque los gobiernos enviaron a funcionarios y sólo el presidente haitiano, René Préval, acompañó al gobernante dominicano de igual a igual.
Ahora bien, el pueblo haitiano necesita que esas promesas de ayuda se materialicen en el menor tiempo posible. No debe haber más excusas para no entregar los fondos o comenzar los proyectos de reconstrucción prometidos al pueblo haitiano.
A Haití, por intermedio de su gobierno, sólo hay que exigirle transparencia y honestidad en la administración de la ayuda más el aporte de su mano de obra y el compromiso serio de reconstruir lo destruido por el terremoto.
El riesgo de que ocurra otra tragedia en Haití es inminente, debido a la temporada ciclónica, muy activa según los especialistas, que podría traer muchas lluvias, desborde de ríos y derrumbe de tierra.
Felicitémonos todos por el éxito de la Cumbre de Santo Domingo por Haití, y ahora ¡a trabajar! ¡A cumplir con lo prometido sin más demora!
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