Separar la paja del grano, doctor Tolentino Dipp

Hugo Tolentino Dipp, emblemático dirigente del Partido Revolucionario Dominicano, ha acusado a los miembros de la dirección del Partido de la Liberación Dominicana, de enriquecimiento ilícito y de vínculos con el narcotráfico.

La respuesta inmediata, proveniente del secretario general del PLD, Reinaldo Pered Pérez, ha sido acusar de irresponsable y resentido al ex canciller de la República, amén de calificar como una charlatanería las imputaciones.

Hugo es un hombre público, político e intelectual, reconocido por su franqueza y verticalidad democrática. Cuando fue presidente de la Cámara de Diputados realizó una labor encomiable, pocas veces tan luminosas en el Congreso, como resultado de sus ideas intelectuales y de que pudo reunir a su alrededor a un grupo brillante de profesionales.

Hace apenas unos años, por acusaciones lanzadas contra el doctor Euclides Gutiérrez Féliz, entonces director de la Corporación Dominicana de Empresas Estatales (CORDE), debió acudir a los tribunales a responder, en un debate que se diluyó, por los rayos y centellas que había lanzado sobre el historiador y profesor universitario.

El tema de las drogas es muy serio, y entre políticos y personalidades de tanto respeto y reconocimiento, debe ser manejado con mucha cautela, aunque con verticalidad. No puede ser admisible para ningún estamento que políticos actúen protegiendo o beneficiándose de actividades ilícitas, y menos del tráfico de drogas. Pero es necesario no relajar el tema, como se ha hecho en muchas ocasiones en el país sólo con la finalidad de obtener ganancias políticas. Y precisamente al PRD no le viene bien utilizar este tema con fines políticos, porque muchos de sus dirigentes fueron víctimas de campañas irresponsables, incluyendo al doctor José Francisco Peña Gómez y a la doctora Milagros Ortiz Bosch, ambos de probada honestidad y transparencia.

La acusación es muy general, y embarra a mucha gente. No es posible que si alguno de los líderes del PLD tiene vínculos o se beneficia del tráfico de drogas, tengan todos que pagar por las actividades de uno. Tal vez ni siquiera están enterados que algo así ocurre. Razones de sobra tiene Reinaldo Pared para quejarse y demandar los nombres de los implicados.

En ese caso, los miembros del Ministerio Público debían actuar y realizar las investigaciones de lugar. El servicio que se hace al país, con denuncias en el aire, sin fundamento real, sin pruebas, dañan la lucha contra el tráfico de drogas y abren las puertas a los narcotraficantes, para seguir ampliando su campo de acción.

Reconociendo la historia de rectitud del doctor Tolentino Dipp, y su alto sentido de responsabilidad, lo correcto sería que aportara las pruebas que posee sobre enriquecimiento ilícito de los dirigentes del PLD, y así ayudaría a separar la paja del grano, como se dice en estos casos en el lenguaje popular.