Los Funerales Dominicanos, risa mas risa

Usted, yo, nosotros y ellos…nadie quiere morirse, es una realidad. Pero lamentablemente es lo único seguro que tenemos. Cuando le llega la hora a uno, no importa que el reloj no funcione, tomamos un vuelo expreso directo al otro lado y antes de despedirnos de esta tierra, los familiares, amigos y conocidos nos ven por última vez en un funeral.

            Los funerales se podrían dividir en dos: los de ricos y los de pobres, pues es la clasificación mas cercana para analizar las diferencias. Pero lo que haremos es analizar los funerales de hoy en día, destacando los que se hacen en las casas (normalmente los pobres y en pueblos), y los que se realizan en las funerarias (hay diferentes clases de funerarias, desde las que cobran los servicios mas caros, hasta las que tienen un plan económico para la clase no tan “pudiente”). 

Funeral de una casa:
Lo primero es que hay gente que los contratan para llorar y dar brincos, hay que estar pendiente de las velas y ponerle hielo debajo a la caja.
Cuando llega un familiar o alguien cercano, se forma un llanto con decibeles altísimos, abrazados unos a otros.  En el novenario (los famosos 9 días luego de la muerte) hay que colar café cada 15 minutos, se arman varias mesas de dominó, se coloca una lona en el frente de la casa (hoy en día, si se tiene mas dinero, es una carpa armable de tubos galvanizados).

Entra a escena un personaje conocido como “Frank Cuentos”, cuando el velorio comienza hasta que termina, “animando” a manera de cuentos todas las noches, de esta manera donde quiere que exista un mortuorio, ahí aparece un tipo como el para entretener a la gente.
El ultimo día del velorio, que popularmente se llama “El rezo”, los vecinos no cocinan porque si es en un pueblo, el rezo demanda la preparación de suculentos platos de Chivo, Cerdo, o en su defecto grandes cantidades de Pollo. Hay gente que espera con ansias el día del rezo, para darse su banquete. 

En una Funeraria:
Aquí no existe el “patatús”, ni los brincos ni llantos fuertes. Todo el mundo se pone un saco y/o traje para ir. Parece un verdadero desfile de modas, pues las mujeres exhiben galas que parecen de una cena benéfica.
Dentro de la capilla, al lado del difunto se dividen los familiares unos de un lado y la otra parte en el lado opuesto. Aquí es donde se empieza a ver la diferencia con los otros funerales pues mientras la gente se va sentando en las sillas/banquetas, van llegando otros a dar el pésame, los cuales se sientan a hablar y hasta hacer chistes con los que encuentran ahí. Obviamente en estos tiempos modernos, no dude usted en encontrar un mensaje en Twitter y/o Facebook que diga: …”@Funeraria Blandino, en el velatorio de Fulano de Tal”.

En la parte del Lobby, fuera de la capilla, se forman grupos de personas comentando la forma en que murió el susodicho, hablando de trabajo, de negocios, de política, y del tema del momento (puede ser Sobeida, Los Mineros de Chile, o la Serie Mundial).

Ya a las 10 de la noche mandan a todo el mundo para su casa. Y no es para más porque ya ha habido muchos casos de atracadores que se meten dizque a dar pésames y hacen su “Agosto”.
En las funerarias de menos categoría, los noticieros van a grabar y enfocan al pariente que mas esta dolido dando gritos, y piden opiniones a los presentes (esto es en caso de una muerte trágica). En las funerarias caras también graban, pero resaltando quienes fueron a dar el pésame, ya sea funcionario, artista o megadiva.
En síntesis, los funerales dominicanos tienen su forma de ser muy particular, cada uno a su manera, pero lo único que tienen en común es que una persona dejo este mundo que conocemos, en este sentido son ESO MISMO!

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