La gran acumulación de basura ha dejado cuantiosas pérdidas al turismo en la Bahía de Samaná debido a la suspensión de más de 30 cruceros.
Al caminar por las vías que componen a Samaná da primera impresión de que se trata de un vertedero por la gran cantidad de desperdicios.
El sucio de las calles llevó a los principales empresarios del turismo a suspender más de 30 cruceros a instancia de los visitantes.
La situación llenó de preocupación a los samanenses ausentes que viajaron desde la Capital a limpiar su pueblo natal.
Los operativos de limpieza continuarán hasta que llegue la toma de posesión del nuevo alcalde, Miguelin Bezy.
Los samanenses dicen que el culpable de la acumulación de basura es el alcalde saliente, que tras perder las elecciones descuidó sus funciones.
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