Durante 23 días, los Nagueros, junto al resto del país, habían estado en vilo por el caso.
Este sábado festejaban su regreso a casa con una caravana improvisada.
Horas antes unas mil personas se habían dado cita en el Play de la Playa de este municipio nordestano para recibir a Baldera, quien llegó en helicóptero acompañado del Jefe de la Policía.
La tan esperada reunificación se convertía en realidad para una familia que aseguró nunca haber perdido las esperanzas pero que parecía debilitarse emocionalmente con el paso de los días.
Me decían que si pagaban el rescate no me iban a hacer daño, pero que si no pagaban me mataban, afirmó Eduardo Baldera.
Fueron amenazas dadas prácticamente en tinieblas porque dice que siempre lo mantuvieron con la cara tapada.
“A lo primero me decían que dijera pipi cuando fuera necesario, pupo y después de dos días empezaron a pedir números, casi todos los días nuevos números… Después me pusieron a hacer grabaciones 1- que estaba vivo, 2- detalles de mi habitación y 3- preguntas instrumento, perrita, comida favorita y un perfume.”
Los días parecían interminables, nunca le permitieron bañarse.
Baldera, afirma que en durante el secuestro oraba, jugaba con piedras, me daban galletas con queso, algunas veces café y leche y agua.
El joven dice que solo le destapaban la cara para comer, pero no podía mirar, si miraba lo mataban.
Los secuestradores lo mantuvieron en cautiverio en una zona montañosa entre Villa Vásquez y Copei, donde el sábado en la noche dos de los sospechosos, (¿Cecilio Díaz) y (William Batista) murieron, según las autoridades, durante un enfrentamiento con la policía… enfrentamiento que según la policía, se inició unas 16 horas después de que apareciera el joven, diciendo que se le había a escapado a sus captores.
La pregunta parece tomarlo por sorpresa y rápidamente mira a sus familiares y al Jefe de la Policía antes de hablar.
Con las esposas y la cadena que lo mantuvieron atado de pies y manos, narra lo que dice fue su fuga.
Eduardo Antonio Baldera, relató como pudo escapar. “Ellos me soltaban una mano para comer y yo aprendí a abrir las esposas
Aunque los hechos ocurrieron a las 4 de la mañana, no fue hasta las 10, o sea unas 6 horas más tarde, que dos agentes policiales quienes buscaban a sospechosos prófugos, supuestamente lo encuentran y el les dice que es el secuestrado y es ahí entonces cuando lo llevan a Copei.
Poco después de su arribo al destacamento de Copei, Baldera dijo inicialmente que un Campesino lo había rescatado.
Sin embargo, la policía dice que fueron los agentes, un cabo y un sargento, quines los llevaron al destacamento.
Se encontraban en Villa Vázquez como parte de una movilización de dos contingentes de la institución, a raíz de informaciones que supuestamente confesó Juan Carlos Marte Maria.
Según la policía, Marte Maria, quien no estaba en el listado de sospechosos de las autoridades, hizo una llamada a los familiares del secuestrado a las 12:57 del día con fecha del 7 de octubre, pidiendo un rescate.
Francisco Baldera, padre de Eduardo dice que recibió una llamada donde le pedían un millón y medio de pesos diciendo que sabía donde estaba su hijo. Dijo que no sabia si estaba vivo o muerto, pero que sabia donde estaba. Yo le dije que lo dejara en un millón y el me dijo que llamaría a las cinco. No volvió a llamar.
Francisco Baldera asegura “siempre sabia en mi corazón que el iba a estar vivo lo sentíamos, lo sabíamos que Dios no los iba a traer de vuelta.”
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