Un hombre de verdad es uno que procura su desarrollo para contribuir a la sociedad, inspirando a los demás a ser fructíferos.
Te han hecho creer toda la vida que eres hombre por orden de tu nacimiento pero la definición de hombre operacionalmente parece estar muy lejos del propósito de la creación del hombre.
La realidad muestra que los machos nacen; los hombres se hacen. Todos los hombres son machos pero no todos los machos son hombres.
Un hombre de verdad es uno que procura su desarrollo para contribuir a la sociedad, inspirando a los demás a ser fructíferos.
Oye
ahora mi voz; yo te aconsejaré, y Dios estará contigo. Está tú por el
pueblo delante de Dios, y somete tú los asuntos a Dios. 20 Y enseña a ellos las ordenanzas y las leyes, y muéstrales el camino por donde deben andar, y lo que han de hacer. 21 Además escoge tú de entre todo el pueblo varones de virtud, temerosos de Dios, varones de verdad, que aborrezcan la avaricia; y ponlos sobre el pueblo por jefes de millares, de centenas, de cincuenta y de diez. 22
Ellos juzgarán al pueblo en todo tiempo; y todo asunto grave lo traerán
a ti, y ellos juzgarán todo asunto pequeño. Así aliviarás la carga de
sobre ti, y la llevarán ellos contigo. 23 Si esto hicieres, y
Dios te lo mandare, tú podrás sostenerte, y también todo este pueblo
irá en paz a su lugar (Éxodo 18:19-23).
En
el artículo pasado, intitulado “¿Eres un hombre de Verdad?” concluimos
con que un hombre de verdad inspira a los demás a desarrollar su
potencial al máximo a través de los elementos de carácter, propósito y
liderazgo, y que el hombre de verdad debe de cuidarse de sus enemigos
internos: orgullo, distracción, vulnerabilidad y miedo.
En este articulo, señalaremos que un hombre de verdad inspira a los demás a ser personas fructíferas. Jesús dijo: “Así que, por sus frutos los conoceréis” (Mateo 6:20). ¿Qué fruto estas dando para motivar tu generación a vivir una vida abundante? “El bueno dejará herederos a los hijos de sus hijos” (Proverbios 13:22).
El Caso de Jetro: usar la distribución de responsabilidades para crear madures.
Vemos
que Jetro, el Suegro de Moisés, le está diciendo que distribuya a los
603,000 hombres que iban rumbo a su destino divino de entrar a la tierra
prometida.
La distribución de responsabilidad produce madurez. Cada hombre líder, dirige un mínimo de diez hombres y así los lideres de cincuenta, de cien y de mil, también responsabilizan a los hombres bajo su mando de llevar a cabo las responsabilidades descritas, o sea que cada hombre estaría activo.
Existía la expectativa cada hombre frutos. Un macho tiene apariencia; un hombre de verdad tiene responsabilidades.
Miren lo que Salomón creía del hombre perezoso: “Como el vinagre a los dientes, y como el humo a los ojos, Así es el perezoso a los que lo envían” (Proverbios 10:26).
La distribución de responsabilidad produce madurez. Cada hombre líder, dirige un mínimo de diez hombres y así los lideres de cincuenta, de cien y de mil, también responsabilizan a los hombres bajo su mando de llevar a cabo las responsabilidades descritas, o sea que cada hombre estaría activo.
Existía la expectativa cada hombre frutos. Un macho tiene apariencia; un hombre de verdad tiene responsabilidades.
Miren lo que Salomón creía del hombre perezoso: “Como el vinagre a los dientes, y como el humo a los ojos, Así es el perezoso a los que lo envían” (Proverbios 10:26).
El Hombre de Verdad te inspira a ser productivo a través de la teoría y practica
1) Teoría: Conocimiento:
Necesitamos más mentores en nuestra comunidad: tutores, maestros,
guías, consejeros, motivadores, ganadores, “coaches.” La motivación te
impulsa hacia arriba. La critica tiende con desanimar y aun producir
espíritu de derrota: “El mundo está lleno de perdedores y escaso de
ganadores” - Dr. Mike Murdock.
2) Practica: Sabiduría:
la prueba del conocimiento está en la sabiduría. Necesitamos más
hombres de verdad que apliquen lo que se nos enseña. Aplicar el
conocimiento es sabiduría. “No hay nada peor en la vida que pasar por
una mala experiencia sin aprender nada de ella.” –Rubén Greco. Nuestros
antepasados decían: cada tropezón contiene una lección. Napoleón Hill
decía: “Cada situación negativa trae dentro de sí una semilla de éxito.”
Se puede concluir con que la teoría te presenta la enseñanza; la sabiduría te enseña a vivirla.El caso de Jesús: inspiración a llevar mucho fruto a través de la intimidad.
Yo soy la vid verdadera, y mi Padre es el labrador.
2 Todo pámpano que en mí no lleva fruto, lo quitará; y todo aquel que lleva fruto, lo limpiará, para que lleve más fruto.
3 Ya vosotros estáis limpios por la palabra que os he hablado.
4 Permaneced en mí, y yo en vosotros. Como el pámpano no puede llevar fruto por sí mismo, si no permanece en la vid, así tampoco vosotros, si no permanecéis en mí.
5 Yo soy la vid, vosotros los pámpanos; el que permanece en mí, y yo en él, éste lleva mucho fruto; porque separados de mí nada podéis hacer.
6 El que en mí no permanece, será echado fuera como pámpano, y se secará; y los recogen, y los echan en el fuego, y arden.
7 Si permanecéis en mí, y mis palabras permanecen en vosotros, pedid todo lo que queréis, y os será hecho.
8 En esto es glorificado mi Padre, en que llevéis mucho fruto, y seáis así mis discípulos (John 15:1-8).
Se puede concluir con que la teoría te presenta la enseñanza; la sabiduría te enseña a vivirla.El caso de Jesús: inspiración a llevar mucho fruto a través de la intimidad.
Yo soy la vid verdadera, y mi Padre es el labrador.
2 Todo pámpano que en mí no lleva fruto, lo quitará; y todo aquel que lleva fruto, lo limpiará, para que lleve más fruto.
3 Ya vosotros estáis limpios por la palabra que os he hablado.
4 Permaneced en mí, y yo en vosotros. Como el pámpano no puede llevar fruto por sí mismo, si no permanece en la vid, así tampoco vosotros, si no permanecéis en mí.
5 Yo soy la vid, vosotros los pámpanos; el que permanece en mí, y yo en él, éste lleva mucho fruto; porque separados de mí nada podéis hacer.
6 El que en mí no permanece, será echado fuera como pámpano, y se secará; y los recogen, y los echan en el fuego, y arden.
7 Si permanecéis en mí, y mis palabras permanecen en vosotros, pedid todo lo que queréis, y os será hecho.
8 En esto es glorificado mi Padre, en que llevéis mucho fruto, y seáis así mis discípulos (John 15:1-8).
Dos elementos principales en relación a llevar fruto:
Condición para llevar fruto: Permanecer en el Señor: intimidad: vv. 4a, d, 5b, 7ª. Jesús dice: “el que permanece en mí, y yo en él, éste lleva mucho fruto…” (John 15:5). El hombre de verdad tiene intimidad con Dios a través de la oración (Marcos 1:35), la adoración (Salmos 103:1-3) y la fe (Hebreos 11:6).
Acción para no llevar fruto:
separarse del Señor: Arrogancia. El macho se hace amigo del mundo
(Santiago 4:7), practica el pecado (Rom. 6:23) y depende en sus propias
fuerzas (Rom. 3:23). Mas Jesús dice: “…porque separados de mí nada podéis hacer (John 15:5).”
Jesús cuenta contigo para llevar mucho fruto:
Según Juan 15:1-8, Algunos llevan fruto de las siguientes cuatro maneras:
No. 1: No fruto v. "…no lleva fruto” 2ª
No. 2: Fruto “…que lleva fruto” v.2c
No. 3: Mas fruto “…lleve más fruto” v. 2f
No. 4: mucho fruto “…lleva mucho fruto” “…llevéis mucho fruto.” vv.5f, 8b
Los
hombres de verdad son los que llevan mucho fruto de éxito; los machos
caen en las trampas que el mundo ofrece y quienes los limitan vituperan
su destino:
Diferencia entre un macho y un hombre de verdad:
El macho usa su poder para su propia satisfacción.
El hombre de verdad usa su poder para el bien de otros.
El macho se declara orgullosamente mujeriego.
El hombre de verdad sabe hacer feliz a la mujer que Dios le dio.
El macho por lo general se siente superior a la mujer.
El hombre de verdad es sensible, capaz y humilde para reconocer sus errores.
El macho engendra hijos.
El hombre de verdad los cría para que den mucho fruto.
Jesús fue mentor de 12 discípulos, los cuales trastornaron el mundo conocido. Hoy vivimos por las enseñanzas de Jesús y de sus discípulos, a quienes les llamo apóstoles; o sea, enviado. Dios te ha escogido a ti como un enviado para ayudar, motivar, discipular a alguien.
¿Entiendes hombre de verdad? Responsabilízate de instruir a tus hijos para que sean hombres que lleven mucho fruto y ellos harán lo mismo (Pro. 22: 6).
Conviértete en un modelo (role model) para los hombres de tu comunidad sean desafiados a subir de calidad de vida.
¿Por qué permitir que machos que “no llevan fruto” se conviertan en los héroes de tu vecindad, quienes por ende son los que influyen a tus jóvenes? Toma responsabilidad.
No seas perezoso en motivar a tus jóvenes. Conviértete en el mentor de alguien y producirás hombres fructíferos. Tu familia, comunidad e instituciones gozaran de hombres fructíferos que darán forma al mundo entero en la vida familiar, eclesiástica, política, y demás esferas de la socialización. ¡Decídete hoy!
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