Familiares de tres jóvenes que murieron en los últimos días a manos de miembros de la Policía, denunciaron por separado que sus parientes fueron ejecutados por miembros de la uniformada y pidieron al mayor general José Armando Polanco Gómez una investigación sobre el caso.
En uno de los casos más recientes, miembros de una patrulla de la Policía hirieron a un presunto delincuente en su residencia, ubicada en el sector de Villa Consuelo, y posteriormente lo ejecutó camino al hospital Luis Eduardo Aybar, según denunciaron sus familiares.
La madre de la víctima, Ana Josefa Fermín, dijo que a su hijo Michael Antonio Florentino, lo hirieron en las piernas cuando se encontraba en el interior de un edificio, ubicado en la avenida 27 de Febrero esquina calle Hermanos Pinzón de Villa Consuelo, de donde lo sacaron vivo, y después su cuerpo presentó varias heridas de balas en el Hospital doctor Luis Eduardo Aybar.
La señora Fermín acusó al capitán de la uniformada Robert Bienvenido de Jesús, de la Unidad de Delitos Monetarios, de ejecutar a su hijo porque supuestamente éste se negaba a seguir “pagando peaje”.
Reconoció que su vástago andaba en “malos pasos” y pidió al jefe de la Policía profundizar las investigaciones sobre el caso y poner tras las rejas a los malos policías que con su accionar ensucian el uniforme.
La madre de Michael se había querellado el jueves 10 de junio del año pasado contra el capitán Robert Bienvenido de Jesús, porque alegadamente le perseguía y amenazaba con matarlo porque no le pagaba peaje.
Dijo que precisamente este oficial fue quien dirigió la ejecución de su hijo, luego de asediarlo tanto a él como a su hermano menor, sobre todo después que ella se querellara contra el oficial.
La Jefatura de la Policía ordenó una investigación de este caso, ya que en principio se informó a la opinión pública que la muerte del joven se produjo durante un intercambio de disparos.
Uno de los casos más escandalosos ocurrió a mediados del pasado mes de diciembre en Cristo Rey, donde familiares del estudiante Sterling Báez Núñez, de 23 años, denunciaron que éste fue muerto de 12 disparos por la Policía, luego de que saliera de un examen en el Liceo Benito Juárez, del sector El Caliche.
Por este hecho, familiares y moradores acusan al capitán Leopoldo Mariñez y a un raso conocido como Bonifacio, del destacamento local, a quienes acusan de cobrar “peaje” a los dueños de puntos de drogas.
En otro hecho, ocurrido el pasado 28 de diciembre, una pareja de policías alegadamente mató de varios balazos a un joven en el sector El Cachón de la Rubia, en Santo Domingo Este, cuando éste se encontraba sentado junto a otros jóvenes frente a un colmado.
Los parientes de la víctima manifestaron que los agentes Cristian Sansón Luís y Jonathan Familia Peralta se desmontaron de un carro color blanco y dispararon contra el grupo, sin mediar palabras, matando a Francisco Javier Amparo De Paula, de 25 años.
Los agentes acusados de la muerte de Amparo de Paula fueron enviados a la cárcel La Victoria para cumplir dos meses de prisión preventiva como medida de coerción.
Estos casos se unen a otros ocurridos el pasado año donde la brutalidad policiaca llamó la atención.
En uno de los casos más recientes, miembros de una patrulla de la Policía hirieron a un presunto delincuente en su residencia, ubicada en el sector de Villa Consuelo, y posteriormente lo ejecutó camino al hospital Luis Eduardo Aybar, según denunciaron sus familiares.
La madre de la víctima, Ana Josefa Fermín, dijo que a su hijo Michael Antonio Florentino, lo hirieron en las piernas cuando se encontraba en el interior de un edificio, ubicado en la avenida 27 de Febrero esquina calle Hermanos Pinzón de Villa Consuelo, de donde lo sacaron vivo, y después su cuerpo presentó varias heridas de balas en el Hospital doctor Luis Eduardo Aybar.
La señora Fermín acusó al capitán de la uniformada Robert Bienvenido de Jesús, de la Unidad de Delitos Monetarios, de ejecutar a su hijo porque supuestamente éste se negaba a seguir “pagando peaje”.
Reconoció que su vástago andaba en “malos pasos” y pidió al jefe de la Policía profundizar las investigaciones sobre el caso y poner tras las rejas a los malos policías que con su accionar ensucian el uniforme.
La madre de Michael se había querellado el jueves 10 de junio del año pasado contra el capitán Robert Bienvenido de Jesús, porque alegadamente le perseguía y amenazaba con matarlo porque no le pagaba peaje.
Dijo que precisamente este oficial fue quien dirigió la ejecución de su hijo, luego de asediarlo tanto a él como a su hermano menor, sobre todo después que ella se querellara contra el oficial.
La Jefatura de la Policía ordenó una investigación de este caso, ya que en principio se informó a la opinión pública que la muerte del joven se produjo durante un intercambio de disparos.
Uno de los casos más escandalosos ocurrió a mediados del pasado mes de diciembre en Cristo Rey, donde familiares del estudiante Sterling Báez Núñez, de 23 años, denunciaron que éste fue muerto de 12 disparos por la Policía, luego de que saliera de un examen en el Liceo Benito Juárez, del sector El Caliche.
Por este hecho, familiares y moradores acusan al capitán Leopoldo Mariñez y a un raso conocido como Bonifacio, del destacamento local, a quienes acusan de cobrar “peaje” a los dueños de puntos de drogas.
En otro hecho, ocurrido el pasado 28 de diciembre, una pareja de policías alegadamente mató de varios balazos a un joven en el sector El Cachón de la Rubia, en Santo Domingo Este, cuando éste se encontraba sentado junto a otros jóvenes frente a un colmado.
Los parientes de la víctima manifestaron que los agentes Cristian Sansón Luís y Jonathan Familia Peralta se desmontaron de un carro color blanco y dispararon contra el grupo, sin mediar palabras, matando a Francisco Javier Amparo De Paula, de 25 años.
Los agentes acusados de la muerte de Amparo de Paula fueron enviados a la cárcel La Victoria para cumplir dos meses de prisión preventiva como medida de coerción.
Estos casos se unen a otros ocurridos el pasado año donde la brutalidad policiaca llamó la atención.
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